Vivimos en un mundo que está en transformación acelerada. Las prácticas comunicacionales sufrieron una evolución impensada tiempo atrás debido al avance de las innovaciones tecnológicas en el terreno de la información y de la comunicación (TIC’s).
Los nuevos dispositivos tecnológicos se presentan como herramientas o instrumentos para mejorar la calidad de vida de todos los habitantes del planeta. Pretenden descentralizar o democratizar la libre circulación del conocimiento y la información.
No obstante, con las TIC’s aparecieron otro tipos prácticas ilegales que no están, en muchos países, reguladas. Una es el ciberacoso o más conocido como cyberbullying por su acepción en la lengua inglesa.
El licenciado Benjamín Ascoeta, egresado de la carrera de Comunicación Social de la Escuela de Ciencias de la Información de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), disertó el pasado 13 de diciembre en la “Charla- Taller: Internet y Género, nuevos escenarios y prácticas 2.0", organizada por la Municipalidad de San Fernando del Valle de Catamarca en el marco de las actividades programadas por el Día de los Derechos Humanos, celebrado el 10 de diciembre.
El profesional accedió a una entrevista exclusiva con elancasti.com.ar y explicó en qué consiste el ciberacoso, cómo prevenirlo, qué hacer en caso de ser objeto de esta práctica, entre otras cuestiones.
- ¿Qué es el cyberbulliyng?
- Es una nueva práctica que surge con la aparición de los dispositivos tecnológicos. Consiste en la difamación, acoso o asecho a personas o grupos de personas utilizando estos espacios tecnológicos como pueden ser los mensajes de texto, una mensajería instantánea, un blog, una página web gratuita, las redes sociales…
- ¿Qué tipo de acosos?
- Son cuestiones que a otros les molesta y eso es muy subjetivo. Te puede molestar que te diga que sos catamarqueña y a mí que soy riojano. Como te puede molestar que a algunos les digan negros, a otros blancos, o otros gordos u a otros flacos.
Lo que sí me parece importante a tener en cuenta en el ciberacoso es que en algunos países están legislados como un delito penal y, además, que ya se considera ciberacoso al simple hecho de que si vos me contestas un mail a mí pidiéndome que no te envíe más mails y yo continúo haciéndolo, eso es ciberacoso. Independientemente que yo no te esté diciendo nada agresivo.
- En nuestro país, ¿hay un vacío legal sobre la problemática?
- Argentina está comenzando a ponerla en su agenda. La Justicia está empezando a intentar contemplar cuestiones de nuevos delitos que aparecen con las nuevas tecnologías. Lo que pasa es que esta problemática es muy complicada porque hay otras dinámicas que generan las tecnologías. El mundo vive en una dinámica y en un caos, en una modificación constante, que es mucho más acelerada a los tiempos jurídicos. Lo que es pensar una ley sobre tal práctica, o tal hábito o tal consumo… Supongamos: facebook que hoy en día es la vedett de las redes sociales, nadie tiene la garantía de que en tres años facebook no exista, lo que sí sabemos es que va a haber otra cosa parecida o superior; por ende, es difícil o es entendible de que no haya una ley sobre esas cuestiones.
Es bueno que la Justicia esté empezando a poner en su agenda que se tiene que hacer cargo de cuestiones que hacen a la vida digital, pero falta mucho.
- ¿Las mujeres son más ciberacosadas que los hombres?
- Sí, sin dudas. No conozco ejemplos en el mundo de alguien suicidado, de un varón suicidado, por ser ciberacosado… Sí hay de mujeres.
- El suicidio es una consecuencia extrema de este maltrato digital, pero ¿qué otras padecimientos puede provocar?
- Muchas. Angustia, paranoia, sentirte insegura, asechada, nerviosa, menoscabada, avergonzada. También puede provocar merma de la productividad de las personas. Todas estas cuestiones.
- Durante la charla-taller proyectaste el video de la adolescente canadiense Amanda Todd que se quitó la vida en el 2012 porque no pudo soportar las humillaciones a las que fue sometida a través de internet… Pero también sufrió del acoso fuera del mundo digital. ¿Por qué crees que las víctimas del cyberbulliyng o sextorsión a menudo son condenadas socialmente? ¿Por qué se las estigmatiza?
- Me parece que eso tiene más que ver con cuestiones morales, estructuras que subyacen a nosotros, anteriores a las nuevas tecnologías. Las nuevas tecnologías lo único que hacen es reproducir lo que nosotros somos.
Si uno se pone a pensar, internet, todo lo que está ahí, es construido por nosotros; entonces, es un reflejo de nosotros. Se nos quiere hacer creer que las nuevas tecnologías vienen y nos avasallan `pero no es nada más que algo construido por nosotros, por el hombre.
Por esa razón, esa condena social a la víctima es lo mismo que pasaba en la caza de bruja, lo que pasaba en la historia.
- En estos últimos tiempos, se registraron algunos casos de medios de comunicación que difundieron imágenes humillantes de las víctimas del cyberbullying o sextorsión. ¿Qué responsabilidad le cabe a esos medios que incurren en esas prácticas?
- Para mí todas. Me parece que la práctica del periodismo está siendo atravesada por la cuestión económica, de mercado, entonces hay un intento de generación de morbo para que sea consumido por una sociedad enferma.
Me parece que todas. El espacio de reflexión lo debería dar el medio justamente. Debería ser la herramienta para lograr una estabilidad social a través de la inclusión, de la participación.
- ¿Qué debe hacer la familia o la escuela para prevenir el ciberacoso?
- Informarnos, sobre todo. No tener miedo a las nuevas tecnologías. Hay muchos padres que tienen miedo, se ven avasallados por las nuevas tecnologías y les cuesta interiorizarse, les cuesta adatarse, les cuesta trabajar con estos aparatos pero me parece que tienen que familiarizarse un poco y entender hábitos y prácticas que tienen sus hijos. Es imposible sacar a los chicos de ese espacio virtual pero sí se lo puede regular, discutir y debatir. Me parece que esa es la manera. He conocido casos de padres que les dicen a sus hijos ‘no hay más internet, no hay más computadora’, pero no sé si eso es la solución.
- ¿Qué hacer cuando un hijo o hija es objeto de cyberbulliyng?
- Intentar agarrarlo, entre comillas, en el menor tiempo posible o cuanto antes, que la práctica haya sido solamente un ciberacoso o una extorsión ahí y no que haya logrado encontrarse en una confitería con un pedófilo, por ejemplo.
- Y recurrir a la Justicia obviamente.
- Sin dudas, recurrir a los organismos oficiales.
Texto: María Cristina Leiva
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